Actualmente las bibliotecas son unos espacios de información abiertos y dinámicos, y su estado de hibridismo hacia unas bibliotecas totalmente virtuales no es una casualidad.
La sociedad de hoy demanda cada vez más y mejor cantidad de información, y las bibliotecas llevan años adaptándose desde ampliar sus horarios para hacerlos más flexibles hasta permitir el acceso a catálogos y bases de datos que son el punto de referencia para la obtención de una información específica y de calidad. Sin embargo, no siempre la sociedad sabe realmente que herramientas tiene a su disposición para hacer efectiva su petición.
Hoy mismo, me sorprendía al ver en la portada de menéame (un servicio 2.0 donde las noticias son enviadas por los usuarios y la misma comunidad vota y expresa su opinión acerca de esa información destacada) una noticia que se titula así: Desideratas: Un servicio de las bibliotecas públicas que quizás no sepas que existe. Personalmente, antes de entrar en contacto con la biblioteconomía desconocía la existencia de las desideratas, del préstamo interbibliotecario as como el acceso a los fondos antguos. Todo este esfuerzo no debe quedar en vano, y se deben emplear precisamente las nuevas tecnologa para ponerlas en valor y acercarlo al mayor número de personas posible, y para ello la Red es el mejor instrumento.
Actualmente las webs de las bibliotecas ofrecen un excelente servicio, pero les falta algo que hoy en día se valora mucho como es la accesibilidad y el factor humano. Las páginas web en si pertenecen a la era 1.0 cuando Internet era una gran sala de espacios de información estáticos y quedaban servicio a un número muy reducido de personas. En el presente la era 2.0 domina todo los ámbitos empresariales y sociales, y ahora le toca el turno a los organismos públicos modernizarse.
Para ello tanto foros como blogs, permiten una mayor difusión de la información a través de algo tan sencillo como la comunicación e interacción entre individuos da origen a comunidades que se reúnen virtualmente para debatir, compartir y crear nuevo contenido. Porque de qué nos sirve digitalizar los fondos antiguos tan excepcionales como el de Universidad de Sevilla, si sólo un reducido número de investigadores y estudiantes acceden a ellos para utilizarlos. La puesta en valor no es una definición vacía, la puesta en valor del patrimonio documental es la democratizacón del acceso informacional que a su vez repercute positivamente en la sociedad ampliando sus conocimientos, a la vez que se fomentan nuevas actividades.
De este modo, en los centros de enseñanza de cualquier nivel académico se debe fomentar el uso de los recursos disponibles en sala o a través de Internet en las bibliotecas españolas.
La sociedad de hoy demanda cada vez más y mejor cantidad de información, y las bibliotecas llevan años adaptándose desde ampliar sus horarios para hacerlos más flexibles hasta permitir el acceso a catálogos y bases de datos que son el punto de referencia para la obtención de una información específica y de calidad. Sin embargo, no siempre la sociedad sabe realmente que herramientas tiene a su disposición para hacer efectiva su petición.
Hoy mismo, me sorprendía al ver en la portada de menéame (un servicio 2.0 donde las noticias son enviadas por los usuarios y la misma comunidad vota y expresa su opinión acerca de esa información destacada) una noticia que se titula así: Desideratas: Un servicio de las bibliotecas públicas que quizás no sepas que existe. Personalmente, antes de entrar en contacto con la biblioteconomía desconocía la existencia de las desideratas, del préstamo interbibliotecario as como el acceso a los fondos antguos. Todo este esfuerzo no debe quedar en vano, y se deben emplear precisamente las nuevas tecnologa para ponerlas en valor y acercarlo al mayor número de personas posible, y para ello la Red es el mejor instrumento.
Actualmente las webs de las bibliotecas ofrecen un excelente servicio, pero les falta algo que hoy en día se valora mucho como es la accesibilidad y el factor humano. Las páginas web en si pertenecen a la era 1.0 cuando Internet era una gran sala de espacios de información estáticos y quedaban servicio a un número muy reducido de personas. En el presente la era 2.0 domina todo los ámbitos empresariales y sociales, y ahora le toca el turno a los organismos públicos modernizarse.
Para ello tanto foros como blogs, permiten una mayor difusión de la información a través de algo tan sencillo como la comunicación e interacción entre individuos da origen a comunidades que se reúnen virtualmente para debatir, compartir y crear nuevo contenido. Porque de qué nos sirve digitalizar los fondos antiguos tan excepcionales como el de Universidad de Sevilla, si sólo un reducido número de investigadores y estudiantes acceden a ellos para utilizarlos. La puesta en valor no es una definición vacía, la puesta en valor del patrimonio documental es la democratizacón del acceso informacional que a su vez repercute positivamente en la sociedad ampliando sus conocimientos, a la vez que se fomentan nuevas actividades.
De este modo, en los centros de enseñanza de cualquier nivel académico se debe fomentar el uso de los recursos disponibles en sala o a través de Internet en las bibliotecas españolas.
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